La inseminación artificial es una técnica de baja complejidad que consiste en la colocación del esperma a través de un catéter en el interior del útero con el fin de acortar la distancia entre el espermatozoide y el ovulo incrementando la posibilidad de un embrazo.
- Pacientes jóvenes con infertilidad de origen desconocido
- Parejas en las que la mujer tenga una falla en la ovulación
- Pacientes con una alteración leve en la cantidad, movimiento o morfología espermática
- Pacientes que requieren donación espermática
- Pacientes con eyaculación retrograda (el eyaculado se va hacia el interior de la vejiga)

Procedimiento
Se realiza una estimulación ovárica por medio de medicamentos para lograr una ovulación múltiple. Durante este periodo se realizan una serie de ultrasonidos y análisis de sangre para asegurarse que el crecimiento y evolución de los folículos sea el adecuado. Una vez alcanzado el tamaño folicular deseado se aplica una inyección de hCG y se programa la inseminación artificial 36 horas después.
Consiste en procesar la muestra espermática mediante técnicas de capacitación con el fin de optimizar la muestra y seleccionar espermatozoides con la mejor movilidad.
Esta fase consiste en la introducción de un catéter con los espermatozoides a través del orificio cervical. Posterior a la liberación espermática dentro del útero, se retira el catéter y la paciente reposa durante 20 minutos aproximadamente.